Para que el plan
de comunicación de un centro educativo funcione como tal todos los miembros de
la comunidad educativa deben verse reflejados en él. Se puede correr el riesgo
de encargar este plan al coordinador TIC del centro o a un profesor-a que se
presta a ello y una vez hecho ya se deja toda la responsabilidad en esa
persona. Pero para que realmente sea reflejo del “sentir” del centro, en el
plan de comunicación deben participar activamente el equipo directivo y los
departamentos didáctico y, si es posible, el alumnado y sus familias.
También debemos
pensar que un plan de comunicación externa de un centro educativo con sus
entornos debe tener muy en cuenta que la comunicación que “sale” del centro es
también la tarjeta de visita del
centro y que habrá que cuidar en todo lo posible la imagen y los contenidos del
mismo.
Por ejemplo,
pensemos en una familia que acaba de
instalarse en el barrio donde está nuestro centro educativo y busca información
en la web sobre los centros más cercanos. Aspectos como la actualización (al
menos semanal) de la página web del centro o la participación de varios
departamentos didácticos en la página web del centro son siempre valorados
positivamente. Igualmente, deberían aparecer todos los programas o proyectos en
los que participa el centro, con información detallada de los mismos.
Desde el punto de
vista del profesorado, creemos
también que una herramienta como esta es útil para sentirse parte de un centro
y de un proyecto común, con unos objetivos compartidos que deben ir revisándose
periódicamente.
En cuanto al alumno, el tener acceso a la
información del centro a través de la página web del centro o de las redes
sociales es algo que le acerca a su centro y, en este sentido, creemos que
sería interesante si también el alumnado pudiera ser parte de esta información
que se genera desde el centro educativo.
En cuanto a los
canales, creemos que Twitter puede
ser una red social de fácil y rápido acceso para toda la comunidad educativa y
que podría usarse para este plan de comunicación. Por otra parte, la página web del centro centralizaría
toda la información y habría que estudiar si alguna información debería tener
un acceso restringido. Por ejemplo, si decidimos incluir el correo profesional
del profesorado o su cuenta en alguna red social.
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